Este hollejo es nuestra burbujita, nuestra mirada al mundo,
nuestra vista panorámica de todo lo demás
Atesoramos acá nuestro vino, nuestros sueños mas bonitos,
nuestras locuras mas intrépidas y nuestros caprichos mas cobardes
Concretamos acá nuestro escape, con el ultimo recurso, el poético
y tiramos la palabra por la ventana en un canyengue de ideas,
al que ustedes, desde ya, están invitados

jueves, 6 de abril de 2006

Quien las comprendiera tanto como las quiere, dicen que dijo.

Ella decidió, buscó la manera, la encontró.
Llegó una noche con toda la desición en tres copas y destruyó los sueños de futuro con una sonrisa irónica.

Tuvo que callar él. Vió el final en los ojos de ella. Ahogó el grito en diez botellas. Escondió el llanto en la lluvia de la madrugada. Y se fué.

Caminó la sombra del Pichincha con el peso de la bronca en su mochila.
Anduvo nubes con el dolor en el corazón.

Ella reencotró sus noches largas.

El encontró una puerta abierta y entró. Abandonó la mochila en un abrazo y el dolor en diez caricias. Soñó sueños nuevos y reecontró la sonrisa.
Probó sabores nuevos en el desayuno e inventó nuevos sabores en la cena.
Prometió no prometer.
Alzó su puño izquierdo y volvió a gritar hasta la felicidad siempre.

Y allí andan.
Ella golpeando desde el rencor de no haberlo visto suicidarse por ella
El soportando los golpes de no haber muerto en ese amor.

Quito, 06/04/06

...Pensó dagual

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